miércoles, 23 de enero de 2013

No pierdas la esperanza

Hoy, esta entrada es para darle un soplo de esperanza a la vida, esa que de vez en cuando nos da un revés. Esta vez, la entrada trata de una de las experiencias que, aunque no me ha tocado vivir de cerca, estoy seguro que es de las peores experiencias que te pueden pasar en la vida.

Y contra ello, toda lucha es poca. Todo dinero es poco, y toda divulgación es poca.

Que nada ni nadie le borre la sonrisa de la cara a un niño.

Contra el cáncer infantil, por su investigación.

Preciosa campaña solidaria de Miguelañez.



Cuidarse.

lunes, 21 de enero de 2013

Desconfiante esperanza

 Hoy, pasados 10 días, vengo a contaros cómo fue la entrevista que el otro día os anuncié.

 14:55, mi cita era a las 15:00, traje y portafolios en mano, mi CV impreso de nuevo por si acaso, y con confianza en que aquello era una buena oportunidad. Me planto en el hall de entrada y, siguiendo instrucciones que me habían envíado por mail, pregunto por Javier. Me piden el DNI, comprueban que efectivamente tenía cita y, tras 10 minutos de llamadas teléfonicas me dan un pase de acceso y sin mediar palabra la secretaria me dice:

 "Piso 28".

 Paso, y dentro me esperan 10 ascensores, espero que llegue y subo dirección piso 28. Llego, compruebo en el espejo que mi traje está bien colocado y mi abrigo en su posición adecuada y salgo dispuesto a comerme el mundo. Según salgo del ascensor, empiezo a pitar, me sobrecogo, pienso "Joder, salir del ascensor y liarla, empezamos bien". Segundos después me doy cuenta que es un aviso a las secretarias de la planta para saber que alguien ha llegado. Me dirigo al mostrador y un grupo de 4 secretarias me reciben:

  "Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarle?"
 "Tengo cita con Javier a las 3"

 Lo vuelven a comprobar, se vuelven a dar cuenta que no miento.

 "Pase a esta sala y espere, Javier vendrá a buscarle".
 "Gracias, muy amable".

 Paso a la sala de espera, montones de revistas económicas, vistazo a varias de ellas y, tras 25 minutos de espera, aparece Javier, sin traje y con aspecto informal. Primer pensamiento, Pablo traje, Javier no. Pablo 1, Javier 0.

 Me recibe cordialmente y me hace pasar a una sala de reuniones. Este Javier es un tipo muy majete, que enseguida te hace coger confianza y es, extraordinariamente agradable.

 Empieza la entrevista, algo singular sin duda, empieza a contarme cómo funciona la empresa, el how to know. Me cuenta que la empresa empezó haciendo due diligence, y que por exigencias del mercado se había diversificado, y que su negocio actual era la auditoría a empresas del IBEX, la abogacía y diversos sectores empresariales en los que apoyaban a empresas bien a entrar a nuevos mercados, bien a reestructurar los mismos.

 Afirmo a lo que me cuenta, nada nuevo, ya lo sabía. Me había informado cómo funcionaba la empresa y a qué se dedicaba. Me pregunta que si estaba en un proceso de selección y que si había participado en alguno de ellos, le digo que sí, que había participado en otro proceso de selección para otra "big four" y me comenta que sus procesos de selección son diferentes porque ellos básicamente buscan a los mejores de cada promoción. Apuntan alto.

  Según acaba de explicarme todo esto, me propone un caso práctico. Tras preguntarme por mis aficiones, me acerca un folio en blanco y un boli y me propone algo como lo siguiente.

 "Pablo, supongamos que tu y yo estamos interesados en comprar un cine que tiene 10 salas de cine y que está situado en la zona norte de Madrid, y que la inversión que podemos soportar es de 10 millones de euros. ¿Cuántos años tardaríamos en recuperar la inversión?"

 Ante una hoja en blanco, y sabiendo que el tipo que te evalúa es un auténtico genio, la cosa no es fácil, me tomé medio minuto antes de escribir nada y después me puse a explicarle cada paso que daba, cuánta gente trabajaría en los cines, de donde provendrían mis ingresos y mis gastos y un desglose de los mismos con números incluidos. Todo a grosso modo, haciendo suposiciones del alquiler del metro cuadrado en la zona norte de Madrid y suponiendo una demanda que, a mi juicio, podía ser asumible. Tras dos folios de estimaciones y demás, llegue a la conclusión que en 3 años la inversión de 10 millones de euros estaba recuperada.

 Al principio me chirriaba un poco, pero me quedé más tranquilo cuando me dijo que él había hecho un caso parecido hacía algún año y, efectivamente, una inversión de ese tipo podía recuperarse en 4-5 años, pero que, debido a mis estimaciones y que estas eran groseras, aparte del redondeo propio, era muy aceptable que me saliera un retorno de 3 años.

 Suspiro aliviado. El tipo ve que me relajo y me pone una vez más a prueba.

 "Ahora supongamos que nuestras estimaciones no son del todo ciertas, quiero que me digas que % de público puede caer en nuestra demanda para que no tengamos pérdidas". Vuelvo al folio, llego a la conclusión de que, con un 70 % de público, las pérdidas son 0. Sentencio :"Podemos asumir una reducción del 30 % de público y nuestros cines, si bien no tendrán beneficios, tampoco nos generarán pérdidas". "Es correcto Pablo".

 Se acaba el caso práctico. Me pregunta si tengo alguna duda. Evidentemente que las tengo. Supongo que él sabía que le iba a preguntar pero....me lanzo a ello:

 "Exactamente, este proceso de selección, ¿qué cargo se pretende cubrir?" Me cuenta que es para un nuevo proyecto que ha salido, me cuenta que es para un banco pero me dice que tampoco sabe mucho más. Por último, me dice que en 15 días, un mes tendrá una respuesta, pero que mi entrevista ha sido positiva.

 Me despido de él, en un tono distendido. Vuelvo a los ascensores, vuelvo a pitar, esta vez es la señal que me voy.

 10 días después, sigo a la espera. Con desconfiada esperanza. Porque ésta es la última que se pierde.

 Cuidarse.

 P.D: Disculpadme que no dé datos de la empresa, ni del proyecto en cuestión(el tipo me dijo algo más del proyecto, pero no mucho), pero más o menos puede deducirse.

viernes, 11 de enero de 2013

Hoy es el día

Sí, hoy es el día.

 Tras meses de travesía por el desierto, una de las grandes consultoras del mundo, concretamente una de las "big four" me realiza una entrevista de trabajo. Y lo peor de todo es que voy recomendado, y tengo opciones.

  Se abre un proyecto nuevo y necesitan incorporar gente. Cumplo el perfil, o eso creo.

 Me han pedido que sea muy escrupuloso con la vestimenta y con el trato personal a quien me entrevista. La entrevista va a ser dura, pero hay que ir con confianza.

 Disculpadme que sea tan breve en la entrada pero, de momento, hay poco más que contar.

 Ahora, deseadme suerte.



"Saber que lo imposible se puede lograr".

Cuidarse