lunes, 10 de junio de 2013

El hombre al piano

Hoy os vengo a colgar un auténtico temazo, de esos temas que te hacen olvidarte de todo y que te evaden por unos momentos de la realidad.

Y es que justo eso me ha pasado hoy, tras una mañana de realización de la tesina ha sonado esta canción.



Yo entretanto, sigo adelante con mi tesina fin de master, "Filosofía del patrimonio hidráulico español" en la que pretendo calcular algo tan árido como qué % supone al P.I.B el valor económico del agua embalsada en todos los embalses nacionales, según el uso del agua. Ya tengo calculado el % de la generación hidroeléctrica, y ahora ando liado con el abastecimiento urbano, os adjunto un estracto del trabajo que voy realizando:


"La población española ha sufrido durante los últimos años un crecimiento sostenido de la población estimulado, sin duda, por las condiciones económicas favorables en las que se encontraba el país. Un porcentaje considerable de esta población correspondía a la población inmigrante que veía España como una tierra de oportunidades y próspero futuro económico. Sin embargo, y debido a la crisis actual, la situación ha cambiado, por primera vez en los últimos años, el balance neto de población inmigrante ha sido negativo, abandonando nuestras fronteras más personas de las que venían.  

 Sin duda, este hecho de migración de la población es un ejemplo innegable de como la situación del país se ha cambiado en los últimos años, España ha pasado de ser una tierra de oportunidades a ser un país con balance negativo de inmigración.
  
Quizá lo peor de toda esta época no sea que España deje de recibir inmigrantes, si no que sus propios habitantes se vean obligados a buscarse un futuro lejos de nuestras fronteras. Este es el verdadero drama de nuestro país, ver que la gente formada en nuestras fronteras debe verse obligada a emigrar en busca de un futuro que no se encuentra en el país en el que nació; pero ésta, le generación perdida, no es objeto de esta tesina."

Cuidarse.

miércoles, 5 de junio de 2013

La degeneración del funcionariado. Otra vez



Hoy toca otra nueva entrega del funcionariado español. 

Y es que ayer me tocó ir a reclamar unos exámenes de mi querida novia a un instituto público. Yo pensaba, iluso de mi, que la mañana discurriría sin problemas, pero no. 

La historia es la siguiente:

Sobre las 10:30 llego al instituto y me acerco a ver las notas, las notas me llaman poderosamente la atención, apenas nadie aprobado y las listas plagadas de 0, 1 y 2. Total, que tengo que reclamar.
Me acerco a la secretaría y pregunto:
-       
           -“Disculpe, para reclamar las notas de las pruebas libres, ¿es aquí?
-          -Ve a conserjería y pide allí el papel para reclamar.
-          -Gracias.

Voy a conserjería:
-       
            -Disculpe, ¿puede darme un papel para reclamar?
-          -Sí, toma, tienes que rellenar uno de estos por cada módulo que quieras reclamar.
-          -De acuerdo, entonces necesito más.
-          -Tienes que ir a la fotocopiadora y hacer tú las fotocopias que necesites.

Ahí, la tipa debió darse cuenta que la cosa no iba en broma porque debí cambiar mi gesto, la miré fijamente y le dije:

-         - ¿Me está  diciendo que tengo que hacerme yo las fotocopias de un formulario de reclamación?
-          -Sí, asi es. Son órdenes del director.
-          -Está bien, quiero reclamar esto al director o a quien haga falta. No voy a pagar por hacerme unas fotocopias para reclamar un examen oficial por el que ya se han cobrado unas tasas.

La mujer se da cuenta que bajo ningún concepto voy a consentir que me cobren por eso y me dice:
-          
           - Ve a secretaria y coméntalo allí.

Vuelvo a la ventana de secretaría:

-        -  Disculpe de nuevo, me han dado un formulario de reclamación y necesito varios, me ha dicho que tengo que fotocopiarme yo los que necesite. Como usted comprenderá no voy a consentir que me cobren por esto.

Debí poner cara de muy mala leche porque la tipa salió de secretaria y cuando se dirigía a mi se cruzo con una señora a la que le dijo: “hazme el favor, hazle a este hombre tantas copias de esto como necesite”. Voy con la señora. Me asombro de ver a varias personas haciéndose sus propias fotocopias y pagando por ellas…Mientras le pide a otra que haga las fotocopias (sí, una cadena de 3 personas para hacer unas fotocopias) la mujer creo que se viene arriba:

-         - ¿Por qué vas a reclamar?
-          -Básicamente, no estoy de acuerdo con la corrección
-          -¿Qué nota vas a reclamar?
-          -Todas. Tengo algún 4 y algún 3 que quiero que se revise.
-          -¿Sabes que para subir de un 4 a un 5 tienes que tener 10 preguntas del test mal corregidas y que eso es casi imposible? Y que con un 3 reclamar es darnos trabajo de forma innecesaria a los profesores.

Aquí es cuando me doy cuenta que la tipa es profesora y que probablemente ella tenga q revisar los ejercicios, pero me ha tocado las huevos y ya le contesto seco:

-          -¿Usted sabe que reclamar es un derecho del alumno?
-          -Yo no estoy diciéndote que no reclames, si no que pienses lo que reclamas.
-          -A mi me parece sospechoso que con toda la gente que se ha presentado no apruebe nadie apenas.
-          -Los exámenes libres son asi. ¿estas queriendo decirme algo?
-          -Claro que estoy diciéndole algo. Le digo que es muy sospechoso que se cobre unas tasas por unos exámenes y que luego no apruebe nadie.
-          -Los profesores no nos llevamos dinero de las tasas, simplemente no habrás estudiado el temario que se requeriría.
-          -Estadísticamente, es poco probable que nadie se haya estudiado el temario que se pedía con toda la cantidad gente que se presentó.

Me entregan las fotocopias, gratis evidentemente.

-         - Reclama lo que quieras, pero que sepas que estás dando trabajo a los profesores de manera innecesaria.

Cuando me repite lo del trabajo innecesario me toca las narices tanto,  que irremediablemente levanto algo más la voz:

-          -Pero a usted como profesora, entre otras cosas, le pagan por corregir exámenes ¿verdad?.

La tipa se da la vuelta y se va.

Y yo termino mi reclamación.

A estos extremos hemos llegado,  a que nos digan qué sí y qué no tenemos que hacer.

Cuidarse