Aun recuerdo el primer examen que hice en ese aula, 18 años, suspenso claro. La inmensidad se apodera de ti, acostumbrado a tu clase y a tus 30 compañeros de bachiller llegas ahí, te sientas sin saber donde, te dan el examen que no entiendes nada, ves pasar las horas observando el aula y alucinando de las 300 personas que estan igual que tú y entregas el examen sabiendo que no aprobarás.
Y no seré yo quien critique la metodología de la Escuela, pero sí los medios. 7 años dando la chapa con que es una escuela de ingeniería de prestigio y las condiciones en las que nos examinamos son tercermundistas.
¿Acaso es humano estar 5 horas en un asiento así?
¿Es tan difícil caer en que si no pones ningún tipo de tope a la mesa, los bolis, reglas y demás se van a caer al suelo?
¿Es mucho pedir que los taburetes tengan respaldo?
¿Acaso para ser ingeniero es condición necesaria pero no suficiente tener la espalda destrozada?
Creo que sería mucho más interesante a todos los efectos, dejar de decorar la escuela con mármoles, dejar de invertir el dinero en ascensores que van por el exterior de la fachada a modo de mirador y preocuparse por quienes realmente viven alli, nosotros, los alumnos.
Por suerte para mi, me quedan(o eso espero) 2 exámenes, a lo sumo 3 en ese aula y en esas condiciones. Pero las generaciones venideras tendrán que sufrir igual que lo hemos hecho todos, siempre y cuando Bolonia no lo impida.
Por cierto, en la foto no se aprecia el tamaño del aula, pero francamente, la primera vez que lo ves, impresiona. Ahh!!! y los relojes son de hace escasos años, antes había, pero había muchos menos y el la megafonía no es precisamente de última generación.
Cuidarse.
