Por fin hoy he oido algo con coherencia. La noticia de la dimisión del Papa ha eclipsado las noticias del mundo, pero hoy,por fin hoy he oído un discurso político que, aunque no sea la panacea del mundo, por lo menos es un mensaje que se deja oir, juventud convencida de sus ideas y con dos dedos de frente en sus argumentos.
Y no me refiero a la ideología de quien lo canta, porque las ideologías de uno u otro tipo son formas inventadas de engañarnos, si no porque es un discurso que no está vacio y que, aunque sea utópico debería remover las conciencias de los políticos de hoy en día, faltos de principios y llenos de egoísmo, el dinero llama al dinero.
Yo, si hoy día tuviera un cargo político, tras estas palabras se me caería la cara de verguenza, de verguenza de ver como se pudre la sociedad que me vota y de verguenza de ver como, la juventud mejor formada de la historia de este país tiene que, por obligación, hacer las maletas y buscarse un futuro en otra sociedad que sepa valorar el esfuerzo y el trabajo. Quizá sea porque tengo aun un poco de dignidad, de principios o de corazón.
Es obligado difundir el video.
¿Cómo pretendemos promover la revolución desde un hotel de cinco estrellas?
¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro?
Esas dos frases resumen lo que pasa hoy en día.
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