miércoles, 5 de junio de 2013

La degeneración del funcionariado. Otra vez



Hoy toca otra nueva entrega del funcionariado español. 

Y es que ayer me tocó ir a reclamar unos exámenes de mi querida novia a un instituto público. Yo pensaba, iluso de mi, que la mañana discurriría sin problemas, pero no. 

La historia es la siguiente:

Sobre las 10:30 llego al instituto y me acerco a ver las notas, las notas me llaman poderosamente la atención, apenas nadie aprobado y las listas plagadas de 0, 1 y 2. Total, que tengo que reclamar.
Me acerco a la secretaría y pregunto:
-       
           -“Disculpe, para reclamar las notas de las pruebas libres, ¿es aquí?
-          -Ve a conserjería y pide allí el papel para reclamar.
-          -Gracias.

Voy a conserjería:
-       
            -Disculpe, ¿puede darme un papel para reclamar?
-          -Sí, toma, tienes que rellenar uno de estos por cada módulo que quieras reclamar.
-          -De acuerdo, entonces necesito más.
-          -Tienes que ir a la fotocopiadora y hacer tú las fotocopias que necesites.

Ahí, la tipa debió darse cuenta que la cosa no iba en broma porque debí cambiar mi gesto, la miré fijamente y le dije:

-         - ¿Me está  diciendo que tengo que hacerme yo las fotocopias de un formulario de reclamación?
-          -Sí, asi es. Son órdenes del director.
-          -Está bien, quiero reclamar esto al director o a quien haga falta. No voy a pagar por hacerme unas fotocopias para reclamar un examen oficial por el que ya se han cobrado unas tasas.

La mujer se da cuenta que bajo ningún concepto voy a consentir que me cobren por eso y me dice:
-          
           - Ve a secretaria y coméntalo allí.

Vuelvo a la ventana de secretaría:

-        -  Disculpe de nuevo, me han dado un formulario de reclamación y necesito varios, me ha dicho que tengo que fotocopiarme yo los que necesite. Como usted comprenderá no voy a consentir que me cobren por esto.

Debí poner cara de muy mala leche porque la tipa salió de secretaria y cuando se dirigía a mi se cruzo con una señora a la que le dijo: “hazme el favor, hazle a este hombre tantas copias de esto como necesite”. Voy con la señora. Me asombro de ver a varias personas haciéndose sus propias fotocopias y pagando por ellas…Mientras le pide a otra que haga las fotocopias (sí, una cadena de 3 personas para hacer unas fotocopias) la mujer creo que se viene arriba:

-         - ¿Por qué vas a reclamar?
-          -Básicamente, no estoy de acuerdo con la corrección
-          -¿Qué nota vas a reclamar?
-          -Todas. Tengo algún 4 y algún 3 que quiero que se revise.
-          -¿Sabes que para subir de un 4 a un 5 tienes que tener 10 preguntas del test mal corregidas y que eso es casi imposible? Y que con un 3 reclamar es darnos trabajo de forma innecesaria a los profesores.

Aquí es cuando me doy cuenta que la tipa es profesora y que probablemente ella tenga q revisar los ejercicios, pero me ha tocado las huevos y ya le contesto seco:

-          -¿Usted sabe que reclamar es un derecho del alumno?
-          -Yo no estoy diciéndote que no reclames, si no que pienses lo que reclamas.
-          -A mi me parece sospechoso que con toda la gente que se ha presentado no apruebe nadie apenas.
-          -Los exámenes libres son asi. ¿estas queriendo decirme algo?
-          -Claro que estoy diciéndole algo. Le digo que es muy sospechoso que se cobre unas tasas por unos exámenes y que luego no apruebe nadie.
-          -Los profesores no nos llevamos dinero de las tasas, simplemente no habrás estudiado el temario que se requeriría.
-          -Estadísticamente, es poco probable que nadie se haya estudiado el temario que se pedía con toda la cantidad gente que se presentó.

Me entregan las fotocopias, gratis evidentemente.

-         - Reclama lo que quieras, pero que sepas que estás dando trabajo a los profesores de manera innecesaria.

Cuando me repite lo del trabajo innecesario me toca las narices tanto,  que irremediablemente levanto algo más la voz:

-          -Pero a usted como profesora, entre otras cosas, le pagan por corregir exámenes ¿verdad?.

La tipa se da la vuelta y se va.

Y yo termino mi reclamación.

A estos extremos hemos llegado,  a que nos digan qué sí y qué no tenemos que hacer.

Cuidarse

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