viernes, 25 de octubre de 2013

Ya estoy en el mundo de la empresa

Os voy a contar mi andanza en la entrevista que me ha permitido entrar en el mundo de la empresa.Y no ha sido fácil. Entrar en una empresa sin ningún tipo de enchufe es dificil, es lo que pasa en España que el que no tiene padrino no se bautiza.

Pues bien, tengo una oferta para entrar a una multinacional. No diré el nombre para que los filtros de google no permitan identificarme (Ya sabéis, empezar con buen pie). Pero tampoco tiremos las campanas al vuelo, es una simple beca, pero por algo se empieza. La historia es la siguiente:

El martes me llamaron de la empresa a la que yo habia mandado mi CV sin ninguna esperanza y me dijeron que me querían entrevistar esa misma semana para el departamento de ingeniería civil y que la cita era el jueves de esa misma semana. Llegados el jueves, me puse mi traje y obvié ponerme corbata (coño, que es para una beca no para ser ministro). Al llegar allí, 5 minutos antes de la hora, me hicieron esperar y pasada la hora pactada apareció el jefe del departamento con traje y sin corbata (Pablo 1- resto de candidatos 0).

Me dirige por la oficina, me lleva a la sala que tenía reservada para la entrevista y resulta que está ocupada. Me dice que vamos a buscar otra, mientras caminamos, muestro interés por la empresa:

- Veo que  aquí trabaja mucha gente ¿no? Ya he visto que el sótano está el laboratorio de ensayos.
 - En Madrid trabajamos unas 700 personas para la compañia.

Llegamos a la sala. Me hace tomar asiento. El tipo lleva mi CV impreso en la mano y doblado por la mitad. Lo abre y tras los pertinentes saludos me mira y me dice:

 - Pablo, por tu CV estás sobrecualificado para el puesto que ofrecemos. Tienes un posgrado, un máster y estas haciendo otra carrera.

 Evidentemente, no tengo respuesta a eso.

- Verás, dudé en llamarte a la entrevista porque viendo tu CV creo que puedes llegar a aburrirte en el puesto de becario. Tu preparación no es la de un becario.

- Para saber si algo me gusta o no, si me aburre o no, debo probarlo. Si dijera que me va a gustar me estoy engañando a mi mismo, y si dijera que no me va a gustar estoy perdiendo la oportunidad.

 Me explica el funcionamiento de la empresa y mi labor o lo que se espera de mi allí. Tras ello, me pregunta dudas, evidentemente tengo varias. Disparo con ellas:

- ¿Cuál es la posibilidad de incorporarme como ingeniero a la empresa después de la beca?

- Si te dijera que hay opciones, te engañaría. La única opción es que en el tiempo en que estas de beca nos entre una obra y te pongamos a controlarla a ti. De todas maneras, las presas y las balsas es lo que más movimiento tiene ahora y es, justamente, tu especialidad.

- Entiendo y agradezco la sinceridad.

- En cualquier caso Pablo, te diré que es más fácil optar a un puesto de trabajo, bien en esta empresa o en otra, si estas integrado dentro de una compañia que si estas en tu casa. También entenderemos que si durante el tiempo de beca te ofrecen algo mejor renuncies a la beca. Cada uno debe mirar por su carrera profesional.

El tipo es sincero, cosa que da confianza. Odio los vendedores de humo.

- Pablo, ¿tendrías algún problema en trabajar en turno de mañana en cuanto se pueda?

- Lo justo es que yo ahora sea sincero, yo estoy dando clases particulares y eso, a largo plazo, no es viable, si me sale una oportunidad dejaría las clases para aprovecharla.

- Yo a tu edad también estaba dando clases particulares.

- Es más, si en vez de becario, me ofrecéis un trabajo de ingeniero estoy dispuesto a trabajar incluso por la tarde.

El tipo sonríe.

La entrevista llega a su fin. Antes de irme le pregunto una última cosa:

- Una última cuestión. ¿Sobran candidatos para la beca no?

- Recibimos muchos CVs, pero de todos esos hice una criba, me quedé con unos cuantos y de esos cuantos sólo he entrevistado a 4 personas. De esas 4 saldrá el becario. Tú eres el cuarto y último que entrevisto.

Me despido de él, le agradezco el trato.

Me voy pensando que si bien no es la oportunidad de mi vida, sí que puede ser un buen trampolín.

A la mañana siguiente me llaman, la beca es para mí si la acepto.

No es el trabajo de mi vida, pero por algo se empieza. Puede ser un escaparate. Y ahora tengo que cambiar las clases de por la mañana a por la tarde (si es posible).

Prometo informar.

Cuidarse.

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