martes, 15 de septiembre de 2015

6 stage: Praha - Poznan



En nuestro plan de ruta el día de hoy se dedicaba a viajar desde Praha a Poznań. Donde nos esperaba una vieja amiga para enseñarnos la ciudad.

En un día de viaje es difícil que surjan anécdotas, pero ha habido madera, mucha madera. 

Tras levantarnos poco antes de las 10am. para volver a llegar "tarde" al bufete cargábamos el coche con las maletas y nos preparábamos par las horas de carretera. Antes de irnos, cambiamos en la recepción del el hotel los billetes de tranvía "no usados" y compramos agua colas pocas monedas checas que aún nos quedaban. Vivimos al límite, no hay duda. Después apurando el wifi del hotel, buscamos nuestro próximo alojamiento en la ciudad de Poznań, pues tras horas de viaje lo que necesitaríamos sería cama. 

Salimos de Praha sobre las 12:20h. con todos los deberes hechos. Poco a poco abandonábamos la República Checa y nos dirigíamos a Polonia,  el país situado más al este y más lejano de nuestra ruta. 

Pasaron los kilómetros, los muchos kilómetros, y ya en Polonia, decidimos parar en un centro comercial que encontramos al paso para estirar las piernas, a diferencia de en España, en los centros comerciales de Polonia no hay casi nadie, parking y tiendas a, casi, nuestra entera disposición. Pero nos entretuvimos poco, pues aún nos quedaba camino. 

Siguieron pasando los kilómetros, los muchos más kilómetros, estábamos en una autopista polaca, que sobre papel no es muy diferente de una española. Nos adelantaban coches y adelantábamos a coches. Ni íbamos rápido, ni éramos un vehículo lento. Al adelantar a un mercedes sacó el conductor la mano por la ventanilla con signos claros para que parásemos el coche. Completado el adelantamiento y situados delante de ellos, empezó a dar las largas repetidas ocasiones. Me empecé a poner nervioso, yo aceleraba dicho mercedes aceleraba, yo frenaba con intención de que me adelantasen y ellos frenaban mientras seguían dando luces largas y ademanes para que nos detuviésemos,  volvíamos a acelerar y ellos de nuevo seguían nuestro rastro. Así durante unos centenares de metros, reduje velocidad, cris me dijo que parásemos, seguí reduciendo y ellos conmigo, se iban echando al arcén mientras seguían dando las luces. Al final estábamos los dos vehículos parados en el arcén. En medio de una autopista, en medio de la nada, sin saber polaco, y con una impresión (miedo) que no saldríamos de ahí con calzoncillos. Total que uno de los dos supuestos terroristas chechenos, el copiloto, se baja de su coche y se dirige hacia el nuestro con lo que parecía una tarjeta en la mano. Al ver la escena por el retrovisor, me aseguré que el coche estaba cerrado y todas las ventanas subidas, y ante la completa certeza que nos iban a atracar, le pedí a Cris que escondiese todo lo que se veía de valor. Con el tipo en la ventanilla de Cris bajamos un ocho la ventanilla, lo justo para que nos hablase, mantuvimos una conversación de poco más de 10 segundos, irrepetible. El nos dijo algo en polaco (o cualquier otro idioma), nosotros entendimos algo así como: "parroski"?¿ respondimos que no entendíamos, luego nos preguntó: english?, le contestamos: a little bit. Él no entendió nada. Se dio la vuelta y se fue a su coche, se montó y nos hizo signos para que continuásemos nuestro camino. Aceleré rápido, lo único que quería era perderlos de vista. 

El resto del camino, fue todo lo tranquilo que podía ser, después de un susto de similares características. 

Sobre las 20h. estábamos en el hotel, cansados, pero eso no importa. Hemos alcanzado el objetivo de llegar a Polonia ahora nos queda disfrutarla y hoy damos gracias de poder contarlo. Polonia parece una tierra hostil. 

Buenas noches. 

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