El juez juzgado

 Parece que ha pasado un mes, pero han pasado dos días desde mi última entrada. Y en este "mes" Francia se ha reído de nosotros y la jurisprudencia establecida por el poder judicial hoy ha tocado techo.

 Vayamos por partes, primero, lo de los franceses me ha sorprendido, no que se metan con el deporte español, si no que se le dé tanta importancia. No hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Les hemos dado coba y ahora mira lo que pasa, se han crecido...me quedo con una frase de Rafael Nadal: "No hiere quien quiere sino quien puede". Por Dios, que tenemos cosas más importantes por las que preocuparnos...

 Respecto a Baltasar Garzón....qué decir!! No soy yo quien para criticar a un juez o para alabarle. Simplemente hago una reflexión....¿porqué seguimos empeñados en hacer de cada juicio un referendum público? ¿porqué la gente sentencia como si fueran verdaderos experto en Derecho?. Un país en el que el tercer estado o el pueblo llano critica las decisiones y las sentencias de los jueces es un país que ha perdido todo el respeto por las reglas de juego, ese juego llamado Democracia. El juzgador juzgado. ¿Quién vigila a los vigilantes?¿y a los vigilantes de los vigilantes? Reiterando el bucle anterior nos encontramos ante un vacío de vigilancia....¿no?.

 No voy a entrar a criticar o admirar la decisión, porque ni lo soy ni me creo un experto en Derecho. Pero sí voy a adjuntar la carta abierta de su hija, porque con 26 años tiene la cabeza sentada.

"A los que hoy brindarán con champán

Esta carta está dirigida a todos aquellos que hoy brindarán con champán por la inhabilitación de Baltasar Garzón. A ustedes, que durante años han vertido insultos y mentiras; a ustedes, que por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo.

 A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca derramaremos una sola lágrima por su culpa. No les daremos ese gusto. Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe en esta sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias; por acuerdos de pasillo.

 Una Justicia que respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las represalias. Una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer, a pesar de que ahora haya sido mermada. Un paso atrás que ustedes achacan a Baltasar pero que no es más que el reflejo de su propia condición.

 Pero sobre todo, les deseo que este golpe, que ustedes han voceado desde hace años, no se vuelva en contra de nuestra sociedad, por las graves consecuencias que la jurisprudencia sembrada pueda tener.

 Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SÍ está tranquila.

Madrid, 9 de febrero de 2012

María Garzón Molina"

 Me he permitido el lujo de resaltar en negrita lo que es reseñable del texto. Porque más que una defensa a un padre, es una enseñanza de vida. Al menos lo resaltado.

 Y con eso, hoy me acuesto pronto, que me lo he ganado.

 El próximo día quiza os cuente lo que nos comunicó el Decano de los ingenieros de caminos de Madrid que vino a mostrarnos las salidas profesionales que nos abarcaban. He aquí una pincelada: "si alguno de vosotros tenía pensado trabajar en Madrid, que se olvide. Es más, si alguno de vosotros pretendía trabajar en España, que se olvide también". Tócate las narices, 7 años en ese edificio para que todo el mundo nos esté concienciando de que tarde o temprano seremos expatriados. Y yo no quiero. Quiero mi casa, mi ciudad, mi familia, mi gente. Recuerdo con nostalgia cuando en 2005, año de mi entrada a la escuela de caminos, todos los estudiantes de 5 y 6 curso tenían el trabajo que querían, había empresas a la puerta de la escuela para contratar a colegas de profesión. Ahora, los mismos que rechazábamos 2000 euros o más por nada, nos pegamos por una beca de 500 euros. Pintan bastos para los ingenieros.

 Pese a todo, un mundo mejor es posible. Recordadlo.

 Cuidarse.