jueves, 21 de octubre de 2010

Gracias, desconozco tu nombre, pero gracias.

 Hoy, quizá sea uno de los días en que un servidor ha recibido una de las mejores conferencias oídas. He asisitido a la charla de una gran mujer, no sé su nombre, pero sé que es directora de recursos humanos de Isolux Corsan, una empresa nada despreciable. Nos ha dado una lección magistral de qué, cómo y porqué se eligen a ciertos candidatos, y nos ha desterrado viejas leyendas como que la idea de hacer un máster universitario te ponga en franca ventaja frente a alguien que no lo tenga.

  Es una de esas cosas que, al principio de la carrera supones que alguien te contará pero que ves que tras ir avanzando en la misma, todo sigue igual, todo se limita a tecnicismos profesionales y poco trato personal. En cursos avanzados de la misma, como es quinto en el que yo me encuentro, uno deja de pensar tanto en cómo aprobar y empieza a plantearse en qué trabajar, dónde y a qué está dispuesto a renunciar y a qué no. Nos ha mostrado el amplio abanico en el que pueden desarrollar su ejercicio profesional los ingenieros de caminos, desde la construcción, a las energías renovables, pasando por proyectos, o por ámbitos tan diferentes cómo la banca o los recursos humanos (ella misma es ingeniera de caminos). He podido contrastar mi idea, esa que tengo yo ante mi total rechazo a trabajar en el cálculo de estructuras, o similares. Ella, en sus más de 20 años de ejercicio profesional, nunca ha tenido que calcular un momento flector(disculpad el tecnicismo), lo dicho, un ejemplo.

 Nos ha intentado meter en la cabeza la idea de que tenemos que pensar en trabajar fuera, seremos expatriados. Al parecer, eso es una gran pega para gente con novia, hijos o similares.....por suerte para mi futuro, no es mi caso, y, estando dispuesto a emigrar a dónde me salga algo suficientemente interesante, eso de expatriarme no parece un problema considerable para mi.

 No he tenido el gusto de agradecerle personalmente su charla, pero desde aquí, y, aunque nunca lo lea, gracias, pero gracias de corazón. También gracias a Samuel Carpintero, quien, con su tiempo y esfuerzo nos facilita las cosas organizando y contactando con gente tan interesante como la de hoy.

 Mañana, volvemos a las clases y a los tecnicismos, esperando seguir oyendo la experiencia y los consejos de quienes tienen ya cierta trayectoria profesional.

 Quizá siga sin tener claro a qué me dedicaré el día de mañana, pero si sé que mi horizonte espacial no se puede limitar al país en el que vivo y , que, gracias a la carrera que empieza a terminarse (2012 es el año esperado), mi abanico posible de trabajos profesionales es mayor del que tenía entendido. De momento, me estoy especializando en Hidraúlica y Enérgetica, pero quien sabe si el día de mañana eso me servirá para algo.

 Cuidarse.

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