viernes, 22 de octubre de 2010

Premio Príncipe de Asturias de los Deportes

 Creo que hoy es olbigado esto, porque desde aquella noche, todos somos un poquito más felices, y todos nosotros, pudimos tachar algo de la lista de cosas que hay que hacer en la vida.

S.A.R El Príncipe de Asturias.
Discurso de la ceremonia 2010.

"(...) En la noche del domingo 11 de julio de este año, España vibró emocionada, ante un acontecimiento largamente soñado: nuestra Selección de Fútbol logró el título de Campeona del Mundo, limpiamente y superando momentos muy difíciles.  Por esta razón, y por haber dado un gran ejemplo deportivo y humano durante el largo camino hasta llegar a esa cumbre excepcional, ha sido reconocida con el Premio de los Deportes.
Hasta lograr la victoria final, nuestro equipo puso de manifiesto esos valores por los que tan justamente ha sido alabado en todo el mundo: voluntad y tesón, máxima deportividad, humildad, y un juego en el que los rasgos colectivos del fútbol se engrandecían con la ilusión, el talento y la belleza. Toda una lección para los cientos de millones de personas que siguieron en todo el mundo aquellos días intensos, de algo más que deporte y futbol, que los españoles nunca podremos olvidar.
En años anteriores he destacado desde esta tribuna los grandes valores que lleva consigo el deporte y, de manera muy especial, el estímulo que supone para los jóvenes. Pues bien, este año, la ejemplaridad de la Selección Española de Fútbol es también el mejor regalo que vosotros, seleccionador, jugadores, equipo técnico y Real Federación, les habéis ofrecido. No sólo les habéis enseñado lo que se consigue con la noble lucha deportiva, manteniendo la voluntad y el esfuerzo hasta el último minuto del último partido. También les habéis recordado cómo, con unión y compañerismo, con nobleza y confianza, se superan las caídas y las pruebas de la vida diaria. Sin perder nunca la esperanza ni la templanza cuando hay que luchar cotidianamente, cada uno en la tarea que nos corresponde.
Habéis formado un grupo excepcional: un seleccionador, Vicente del Bosque que aportó sosiego, discreción y humildad, además de una decisiva contribución técnica. Y un conjunto de jugadores, en los que la calidad futbolística rivaliza a la máxima altura con la humana. Pertenecéis a una formidable generación de deportistas españoles en tantas disciplinas y modalidades que nos ha convertido en una potencia mundial del deporte. Sois la España joven, ambiciosa y capaz, sin complejos ni renuncias; una demostración de que la juventud española actual está preparada para aspirar a las máximas metas.
En esos días, además, en las calles, plazas y casas de nuestros pueblos y ciudades nos hicisteis sentir la emoción y el orgullo de ser españoles. De pertenecer a una gran Nación.
Por todo ello, os expresamos hoy nuestro agradecimiento, y con este galardón, además de la admiración y los aplausos de este Teatro, os entregamos también el reconocimiento, la alegría y el aplauso de toda España.
(...)
Porque esas generaciones nos enseñaron a los más jóvenes –y al mundo entero- cómo lograron hacerlo. Decía Ortega y Gasset que sólo es posible avanzar cuando se mira lejos y sólo cabe progresar cuando se piensa en grande. Está en nuestras manos demostrar que los españoles de hoy no sólo aprendimos aquella gran lección de responsabilidad nacional, sino que podemos volver a ser ejemplo de capacidad, superación y grandeza. Ellos lo consiguieron. Estoy convencido de que nosotros, que creemos en la gran realidad de España, podemos volver a conseguirlo. No tengáis ninguna duda. Yo no la tengo.

Muchas  gracias."




Nada más por hoy.
Cuidarse.

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