Pagaría una fortuna por ser niño, Todo cuanto existe. La ilusión no tiene precio, no se compra ni se vende.
Me voy acostumbrando a lo que nunca debí acostumbrarme, he convertido el 6 de enero en un simple día más.
No tengo el gusanillo de levantarme pronto, ni siquiera ilusión porque llegue el dia, quizá ser el más pequeño de toda mi familia tenga parte de culpa, pero quizá también lo tenga el triste consumismo de estos días. Creo que es más importante un abrazo o una sonrisa que el más caro de los regalos. Como bien anuncié, en los pequeños detalles es dónde verdaderamente radica la felicidad.
Miro por mi ventana y veo un niño pequeño jugando en el jardín, la envidia me invade, la inocencia de quien no conoce me fascina. Es probable que ese mismo niño dentro de unos años acabé pensando lo mismo que pienso yo, esto de los Reyes, se nos está yendo de las manos.Alguien me dijo una vez "Pablo, la ignorancia a veces, es la felicidad", empiezo a pensar que tiene razón
Tengo a mi lado una caja de lacasitos que sus Majestades han tenido a bien dejarme, demasiado generosos si es proporcional a mis buenos actos del último año. También me han dejado un rey de chocolate que creo tiene dueño, y no seré yo.
Para más inri, es el primer año de Reyes como "hijo único" lo que le añade un plus de tristeza.
Sin embargo, pese a que a mi no me guste en exceso esto, reconozco que vale la pena, la sonrisa de un niño no tiene precio. Y la ilusión de un adulto.....creo que tampoco.
Acabo de recibir un mail de alguien muy especial para mi, que me envía un enlace con una carta en blanco para sus Majestades para que vaya preparando la carta del año que viene. No sería justo pedir nada, le envío en blanco, porque si algo sé que no puedo hacer es quejarme hoy.
Comed mucho roscón y cuidar de vuestra gente, yo voy a limpiar mi cuarto(que falta le hace) y a seguir con mi proyecto de Valdemorillo.
Cuidarse.
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