Hoy, 27 de diciembre, tenía cita con la Agencia Tributaria. La tenía prevista desde ayer, cuando mi padre me la confirmó por la tarde, yo no quería ir, pero no había otra, tenía que ir. ¿El motivo? ir a por la firma electrónica. Un mero trámite.
El caso es que yo cuando me acosté anoche puse el despertador a las 8 a.m y lo puse con intención de levantarme para darle un empujón a mi proyecto, en aquellos momentos ya había borrado de mi cabeza mi obligación para con la Agencia Tributaria.
Las 8, suena el despertador, me hago el remolón en la cama, pienso "un ratito más y me pongo con el proyecto". Erro.
Las 8.40, me despierto de mi sueño, tenso, angustiado, sé que algo pasa y no sé el qué es. Me levanto rápido, me pongo de pie y pienso...."mierda, lo de la firma electrónica" pienso para mi. Se me ocurren dos opciones:
- Ir a la Agencia Tributaria
- Aguantar la chapa de mi padre llamándome vago.
Me decido por la primera. Tengo 20 minutos para estar en la oficina. Rechazo desayunar, ducha rápida y a menos diez pongo rumbo a mi destino. Me pierdo, el gps se me apaga y llego tarde, tarde pero llego. Dejo el coche en doble fila pensando que será rápido y a y diez me planto en el control de seguridad (lo llamo control de seguridad porque sé que es eso, pero una tipa de 1,60 m de altura, más delgada que yo que sé puede ser un control, pero nunca de seguridad).
Cojo ticket, cojo el de "sociedades". Llevo el F1, tras 5 minutos, se oye por megafonía:"F1 mesa 3".
Me acerco, el funcionario me espera. Sudores fríos me invaden.
- "Hola buenos días, vengo a por la firma electrónica". Le digo. Me pongo en guardia, me espero cualquier respuesta.
- "Aquí no es, yo no te he llamado".
- "Perdone, me han llamado por megafonía y si esta es la mesa 3, aquí me han llamado"
- "No, además, lo de la firma electrónica es al fondo a la derecha". Como los baños de los bares pienso yo.
- "Gracias". Ojo, le doy las gracias incluso. Maldita educación.
Me acerco donde me había dicho, llego a un despacho "Jefa de sección de informática. Dña M. Camino". Me asomo, nadie en el despacho. Miro el reloj, las 9:25, dos opciones:
- No ha llegado aun a trabajar.
- A salido a desayunar.
Miro su despacho, veo objetos personales. Lo veo claro, está con un café y una tostada en el bar.
Voy al despacho de al lado, una tipa habla con otra.
-"Perdonen, ¿en el despacho de al lado no atiende nadie?"
- "Sí, ahora aviso. Espera en la puerta"
Los funcionarios no hablan de usted aunque tú a ellos sí lo hagas.,Curioso. Doble rasero.
Espero. Espero más. Me desespero. Me desespero más. Pienso en la multa que me van a poner. 20 minutos después desde el fondo del pasillo oigo:
"Ahora voy, en un minuto"
Pasan 5. LLega. Ahora entiendo cuando los funcionarios dicen que van a descansar 10 minutos y descansan 1 hora.
Entra en su despacho, no tengo más remedio que examinarla. Manos rojas, olor a tabaco. Se delata sola, maleducada.
- "Hola, ¿en qué puedo ayudarte?.
- "Vengo a por la firma electrónica".
Me pide el D.N.I, el certificado del notario y teclea 20 segundos en su ordenador.
-"Ya está. En 24 horas puedes descargártelo en tu ordenador".
- "Gracias"
Salgo corriendo de alli, me despido de la del control y salgo a la calle. Miro angustiado mi coche, busco la multa. No la veo: "ufff, he tenido suerte".
Llego a casa. Las 10,15. El despertador suena para ellos ahora....;"Buenos días funcionarios".
Cuidarse.
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