domingo, 26 de diciembre de 2010

Domingo de Navidad

Todo el día sin salir de casa, domingo para el olvido.
No me gustan estas fechas, me ponen triste, cada año más.
Ya somos menos en casa, mi hermana ha emigrado a Valencia, con ella se va su novio y la Wii.
En días como estos, una buena canción es lo que hace falta. Dije hace poco que una canción basta para cambiar tu estado de ánimo. Hoy no pretendo que cambie vuestro estado de ánimo, sino, simplemente, reflejar el mío.

A esa mujer inalcanzable, mi musa, objeto de mis deseos, ese sueño que se evapora a base de bofetadas de realidad.
A ella, que creo que no existe.


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