Ya os adelanté que se iniciaba mi temporada de arbitraje, pasé cierto frío pero, como casi siempre, me lo pasé bastante bien.
Resultado final del día de arbitraje: 5 amarillas, ninguna expulsión.
La anécdota la protagonizó el auxiliar de un equipo de juveniles, que, tras protestarme una fuera de banda en la banda contraria los banquillos, me acerqué a él y le dije "No quiero que me proteste cosas que ni sus jugadores, que estan a tres metros del balón, me protestan, desde aquí, no puede ver esa fuera", su contestación fue: "pero como quieres que te protesten si a la mínima que te dicen algo le sacas tarjeta amarilla, que estamos en una liga de colegios cristianos, no en una liga de monjas de clausura" . Lo reconozco, tiene gracia, pero evidentemente no pude reirme, no sabía muy bien que contestarle porque en el fondo tenía su razón. Reaccioné casi sin pensar "La próxima vez que se dirija a mi en esos términos o me vuelva a protestar de ese modo, le expulso, queda advertido, no se lo volveré a repetir".
El caso es que surgió efecto, ni una protesta más....La mañana transcurrió sin sobresaltos.
Por la noche, tocó probar muchos tipos de carnes, el sitio en sí,estaba bien, la compañia, mejor.
Ahora, me encuentro levemente acatarrado.
Cuidarse.
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