sábado, 6 de noviembre de 2010

Perdido en el exilio............

 Hoy, os comentaré dónde me encuetro.
 He decidido pasarme hasta el domingo en un sitio muy peculiar....el sitio en cuestión es un pueblo de Salamanca al que aún no ha llegado la globalización. Aquí tengo una casa, un lugar idílico al que escaparse por no más de 3 días...; en el mismo, no existe el comercio sino el autoabastecimiento, no hay bares, no hay tiendas y hay poca, muy poca gente.
 Sin duda, es un buen sitio para desconectar del bullicio de la capital, de los coches y del ruido, aquí, no hay nada de eso, se cambian los coches por los tractores, el ruido no existe y la contaminación es la que echa la hoguera de mi salón. No hay más, no busquéis más, porque no existe.
 Sin embargo, de vez en cuando me gusta venir al exilio, aquí me relajo, veo cosas distintas, y me olvido de la ajetreada vida de la capital, como bien y duermo mejor. El reloj aquí no existe, el tiempo se disfruta, y algo tan simple, como una buena mañana se valora mucho más que en Madrid. Quizá algunos no lo valoreis, pero mirar por la ventana y no ver edificios sino campo, confieso que se agradece.
 No os equivoqueis, ni loco viviría aqui, pero reconozco que el sitio tiene su encanto.
 La felicidad está en los pequeños detalles, conviene no olvidarlo.
 No os puedo decir donde estoy, porque sino, pierde su encanto.
 Mirad mis vistas desde la ventana, las fotos son de hoy mismo, y decidme si un par de días aquí no vendrían bien....


 Ahí teneis a la mujer más grande del mundo, no en tamaño, recolectando los frutos del campo....jejejeje

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